El proceso de Fideicomiso es un tema de sensibilidad social, y se entiende como un negocio en el que interactúan tres partes: El Fideicomitente (el Instituto de la Propiedad o el Patronato o Junta Directiva de determinada colonia expropiada, en representación de los pobladores de dicha colonia quienes pagan para legalizar su tenencia de la tierra que ocupan), el Agente Fiduciario (el Banco en donde tienen que pagar los pobladores de las colonias expropiadas) y el Fideicomisario (verdadero dueño del terreno antes que fuera expropiado); en Honduras la aplicación de esta figura, como parte del proceso de regularización de tierras, es reciente y en el tiempo transcurrido, el accionar de cada una de las partes no ha llenado las expectativas sociales, por lo que es necesario realizar un análisis del proceso mencionado, a fin de conocer las fortalezas y debilidades de la práctica de Fideicomiso y establecer recomendaciones pertinentes para su mejora.
