Honduras ha sufrido por muchos años debido a la poca titulación de sus tierras urbanas, ya que el proceso era largo, difícil y costoso.
Para la sociedad era importante tener un proceso fácil y rápido para obtener títulos que les abrirían las puertas a cambios para mejorar su calidad de vida.
En el 2001, Honduras empezó el camino a aprobar la nueva Ley de Propiedad, la cual buscaba consolidar en un solo documento, los pasos a seguir para que los que antes no podían obtener títulos por sus propiedades, ahora lo pudieran hacer fácilmente.
