La vacuna contra COVID-19 ha surgido como uno de los componentes más importantes para contener la
pandemia. Únicamente logrando niveles de inmunización deseados en el país será posible salir de la crisis
sanitaria y económica actual. Para que eso sea posible, es importante que el Estado de Honduras asegure un
proceso de vacunación accesible, transparente y equitativo, que siga lineamientos de priorización basado en el
nivel de riesgo de cada persona.
En el contexto actual, existe la posibilidad de que los más privilegiados quieran aprovecharse para acceder
a la vacuna antes de los más vulnerables. Por esa razón, es importante que diferentes miembros del Estado,
incluyendo la sociedad civil, actúen como veedores para asegurar que las vacunas lleguen a las personas que
están bajo mayor riesgo primero. De esa forma se salvan vidas y se garantiza la recuperación económica tan
necesitada.
